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Historia de la ruleta

La ruleta en la literatura y en el cine

La ruleta es uno de los juegos favoritos de los narradores. El componente aleatorio y el prolongado suspense de cada vuelta de la rueda son atractivos para los temas literarios de la incertidumbre, el riesgo y el destino. Los novelistas rusos Leo Tolstoi y Fiodor Dostoevski eran ambos apasionados jugadores de ruleta y, en ocasiones no relacionadas, llamaron a Ivan Turgenev para que los ayudara a alejarse de los juegos de los casinos alemanes.

La ruleta en la literatura

Fiodor Dostoevski, El jugador (1866): el inmortal novelista ruso tuvo que finalizar este relato a toda prisa para pagar sus propias deudas de casino. La historia implica deudas a otras personas e incluye numerosas escenas que ocurren en la mesa de ruleta de un casino.

Daniel Deronda, de George Eliot (1876). La historia de Daniel Deronda y Gwendolen Harleth comienza cuando esta pierde todo su dinero en una mesa de ruleta. Empeña un collar para seguir jugando, pero Deronda lo recompra y se lo devuelve.

Casino Royale, de Ian Fleming (1953). La primera novela de James Bond arranca con este jugando a la ruleta. La mesa de la ruleta es un escenario frecuente en las novelas de Bond, y los entusiastas del juego incluso han desarrollado un "sistema James Bond" basado en la estrategia de este superespía de ficción.

The Eudaemonic Pie, de Thomas Bass (1985). Relato no de ficción de un grupo de estudiantes universitarios que fabrican ordenadores que se activan con los dedos para predecir los resultados de los juegos de ruleta de los casinos.

La ruleta en el cine

Casablanca (1942). La mayor parte de la película transcurre en el Rick's Café Américain, en el que hay una ruleta amañada que favorece al propietario (Rick, al que interpreta Humphrey Bogart). Rick aconseja apostar al 22 en la ruleta a un recién casado que intenta conseguir dinero para obtener los visados para ir a América y escapar de la guerra. Este sigue su consejo y gana.

Atrapa a un ladrón (1955). Esta película de Alfred Hitchcock, protagonizada por Cary Grant y Grace Kelly, está ambientada en residencias, casinos y hoteles de la Riviera francesa. Grant interpreta a John Robie, un antiguo ladrón de joyas al que contratan para seguir a Frances Stevens (Kelly), de la que se sospecha que hace eso mismo en la actualidad. En una escena ambientada en un casino, Robie (Grant) deja caer una ficha de gran valor en el escote de una jugadora de ruleta.

El golpe (1973). Una de las más famosas películas sobre juegos de habilidad y azar, así como de juegos de confianza. Protagonizada por Paul Newman y Robert Redford como jugadores mentirosos que intentan sacar el dinero a jugadores aún más mentirosos. Incluye una escena en la que el personaje de Robert Redford pierde todos los beneficios que había robado anteriormente en una rueda de ruleta fija.

Perdidos en América (1985). En esta comedia, Albert Brooks y Julie Hagerty interpretan a un matrimonio que va a dejar atrás sus días de vida vertiginosa. Justo a los pocos días de comenzada su nueva vida, mientras viajan por el país en caravana, hacen una parada en Las Vegas y la esposa pierde todo su dinero en la ruleta. Apuesta al 22, pero al contrario de lo que le ocurre al matrimonio de Casablanca, nunca gana.

Toy Story 3 (2010). La popular película de Disney Pixar incluye una escena en la que los juguetes animados montan un casino. Como rueda de ruleta se emplea un juguete de tipo "See 'n' Say". Las apuestas son las pilas.

Modelos matemáticos ("sistemas") de ruleta

La popularidad de la ruleta se remonta a cientos de años. El tiempo que pasa hasta que la bola deja de girar y se para en un número aumenta los instantes de suspense y observación. Esos dos periodos de tiempo (cientos de años, el tiempo que se tarde en resolver una apuesta) están llenos de "sistemas" para vencer a la ruleta. Las estrategias implican distintos modelos matemáticos para determinar la cuantía de la apuesta. Estos sistemas son, en realidad, distintas maneras de apostar sobre probabilidades ya fijadas. Cada casino establece dichas probabilidades, y algunos jugadores usan un método de apuesta concreto para tener la sensación de superar al sistema. En estos casos, los sistemas maximizan las ganancias y minimizan las pérdidas en determinadas circunstancias, mientras que en otras ocurre lo contrario.

Martingale: doble una apuesta inicial tras perder. Doble de nuevo la apuesta cada vez que pierda, hasta que la ganancia compense todas las pérdidas. Este sistema se ha diseñado para apostar al rojo o negro, a número alto o bajo, o a par o impar.

Grand Martingale: parecido al Martingale, pero se mejora añadiendo una unidad a cada apuesta tras una pérdida. Se sigue apostando hasta que una ganancia compense todas las pérdidas y, además, se obtiene una unidad de beneficio.

Labouchere: con una serie de números predefinidos, un jugador asigna una cantidad de apuesta a cada número. Juega primero los números externos de la lista y multiplica la apuesta por seis. Si gana, tacha esos números y usa los números externos restantes. Si pierde, añade un número al final de la serie y vuelve a empezar.

D'Alambert: variación del sistema Martingale original; un jugador aumenta la apuesta en una unidad por cada apuesta que pierde.

Paroli: sistema opuesto al Martingale, ya que las apuestas se doblan tras una jugada en la que se gana.

James Bond: una estrategia muy específica. Por ejemplo, un jugador con un 70 % de su apuesta en los números altos (19-36), un 25 % en 13-18 y un 5 % en cero. A continuación sigue el sistema de progresión Martingale. (Funciona especialmente bien si, como le ocurrió a Sean Connery en un casino italiano en 1963, la bola se para en el 17 tres veces seguidas.)

Pagos de ruleta famosos

Joseph Jaggers (1873): ingeniero inglés que empezó realizando pequeñas apuestas en la ruleta de Monte Carlo y ganó entre 150.000 y 300.000 francos el primer día. Pasados tres días, había ganado 1,5 millones de francos. Para su sistema pedía a los crupieres que lanzasen la bola en sentido contrario al del giro de la rueda.

Charles Wells (1891): durante una racha ganadora de tres días en el casino de Monte Carlo, ganó 1 millón de francos y obligó a cerrar varias mesas de ruleta por haber dejado a la banca sin dinero. Se convirtió inmediatamente en una celebridad internacional y se le inmortalizó en la canción The Man That Broke the Bank at Monte Carlo. Volvió para disfrutar de una segunda racha muy provechosa en el mismo juego. En enero de 1892 volvió una tercera vez a bordo de un yate de 291 pies y tuvo fuertes pérdidas, que incluían el dinero que había recibido de algunas personas que creían que estaba invirtiendo en un dispositivo para quemar carbón de forma más eficiente. Posteriormente pasó ocho años en prisión en el Reino Unido por el fraude.

Gonzalo García-Pelayo (1989): este matemático español estudió las ruedas de la ruleta del Casino Gran Madrid para detectar imperfecciones y diseñó una estrategia acorde a dicho estudio. Tras prohibirle varios casinos la entrada, puso una denuncia y ganó. El Tribunal Supremo español declaró que sus métodos eran "correctos" e "ingeniosos".

Chris Boyd (1994): programador informático inglés que vendió su casa por 147.000 £, dinero que llevó al Binion's Horseshoe de Las Vegas. Apostó todo al rojo, dobló su dinero y voló de vuelta a casa para reunirse con su novia en High Wycombe, que no conocía su plan.

Ashley Revell (2004): en un intento de recrear el éxito de Boyd, este inglés vendió su casa, voló a EE. UU. y fue al casino The Plaza de Las Vegas, donde apostó 76.500 £ al rojo. La rueda se detuvo en el 7 rojo (justo el mismo número que en el caso de Boyd) y dobló su dinero. A continuación voló de vuelta a Kent, donde siguió con su vida.

Datos aleatorios sobre la ruleta

Ruedas con tendencias (I)

En 1873, el ingeniero inglés Joseph Jaggers empezó realizando pequeñas apuestas en la ruleta de Monte Carlo y ganó entre 150.000 y 300.000 francos el primer día. Pasados tres días, había ganado 1,5 millones de francos. Para su sistema pedía a los crupieres que lanzasen la bola en sentido contrario al del giro de la rueda.

Ruedas con tendencias (II)

En 1989, el matemático español Gonzalo García-Pelayo estudió detenidamente los patrones de números de las ruletas del Casino Gran Madrid en busca de imperfecciones, y diseñó un sistema al efecto. Primero ganó 350.000 £ en un día, y más de 700.000 £ entre 1992 y 1994. Tras prohibirle varios casinos la entrada, puso una denuncia y ganó. El Tribunal Supremo español declaró que sus métodos eran "correctos" e "ingeniosos".

El hombre que hizo saltar la banca en Monte Carlo

Charles Wells (1891): en 1891, el inventor Charles Wells adquirió fama mundial como jugador de casino en el Casino de Monte Carlo. Durante una racha ganadora de tres días ganó 1 millón de francos y obligó a cerrar varias mesas de ruleta por haber dejado a la banca sin dinero. Se convirtió inmediatamente en una celebridad internacional y se le inmortalizó en la canción The Man That Broke the Bank at Monte Carlo (El hombre que hizo saltar la banca en Monte Carlo). Volvió para disfrutar de una segunda racha muy provechosa en el mismo juego. En enero de 1892 volvió una tercera vez a bordo de un yate de 291 pies y tuvo fuertes pérdidas, que incluían el dinero que había recibido de algunas personas que creían que estaba invirtiendo en un dispositivo para quemar carbón de forma más eficiente. Posteriormente pasó ocho años en prisión en el Reino Unido por el fraude.

Doble o nada (I)

En 1994, el programador informático Chris Boyd vendió su casa por 147.000 £, dinero que llevó al casino estadounidense Binion's Horseshoe de Las Vegas, Negada. Apostó todo al rojo, dobló su dinero cuando la bola se detuvo en el 7 rojo y voló de vuelta a casa para reunirse con su novia en High Wycombe, que no conocía su plan.

Doble o nada (II)

Ashley Revell supo de la hazaña de Chris Boyd. En 2004, Revell vendió su casa y sus posesiones, y voló a Las Vegas. Llegó al Plaza, en el centro de la ciudad, con un esmoquin alquilado, porque había vendido toda su ropa. Lo apostó todo (76.500 £) al rojo. La rueda se detuvo en el 7 rojo (justo el mismo número que en el caso de Boyd) y dobló su dinero. Al igual que hiciera Boyd, se limitó a recoger sus ganancias y volver a Inglaterra para continuar con su vida.

Sean Connery y James Bond

Sean Connery es conocido por su ilustre carrera de intérprete, en la que destaca su caracterización de James Bond. Poco después de su primer papel como Bond en 1962, hizo una visita al Casino de la Vallee de Saint-Vincent, en Italia. Apostó dos veces al número 17 y perdió. Volvió a realizar una tercera apuesta al 17, ganó y consiguió un pago considerable. Dejó todo lo que ganó apostado al 17 y volvió a acertar; e incluso lo consiguió una tercera vez. Salió del casino habiendo ganado 10.750 £. En 1971, en la sexta película de Bond protagonizada por Connery, Diamantes para la eternidad, James Bond juega a la ruleta en Las Vegas y apuesta al 17.

Pacto con el diablo

El casino más exitoso del siglo XIX fue el Casino de Monte Carlo de François Blanc. Llevó a Monte Carlo la innovación que había desarrollado con su hermano en Bad Homburg: ofrecer una ruleta con un solo cero. Blanc era conocido como el "Mago de Monte Carlo", y se extendió la leyenda de que había hecho un pacto con el diablo para conseguir su éxito en los casinos con la ruleta. La "prueba" de este mito era que la suma de los números de la ruleta era 666.